Pregunta Rosy: ¿Por qué en algunas Biblias no aparece Mateo 17:21?
¡Qué pregunta tan importante! Cuando leemos la Biblia confiamos en que estamos leyendo la palabra de Dios tal como el Espíritu Santo se la inspiró a los autores originales. Entonces, ¿por qué hay Biblias que omiten ciertos pasajes? ¿Podemos confiar en la Biblia?
A lo largo de los siglos, reyes y dictadores, filósofos, religiosos y científicos, han intentado destruir y desaparecer la Biblia sin éxito. Se dice que Voltaire (1694-1779), autor francés, humanista y racionalista, sosteniendo en el aire una Biblia, declaró con petulancia: En 100 años este libro estará olvidado y eliminado…”. 230 años después la Biblia sigue siendo el Libro por excelencia.
No hay otro libro que haya sido examinado tanto y haya sido validado tanto, como la Biblia. Dios ha obrado de manera sobrenatural para preservar la Biblia y ponerla en nuestras manos para edificarnos y darnos vida. La preservación de la Biblia es un milagro.
Leer, amar y obedecer la Biblia es nuestra responsabilidad como creyentes. Preservar la fidelidad de las Escrituras al texto original es una de las tareas más importantes de los que amamos la Biblia. Dios nos advierte seriamente en contra de añadir o quitar palabras de las Escrituras (Deut. 4:2; Ap. 22:18,19). Esto incluye necesariamente las traducciones a nuestro idioma.
Para contestar la pregunta es necesario considerar cómo llegó la Biblia desde los escritos originales hasta nuestras manos en nuestro propio idioma.
Antiguo Testamento
No existe otro documento de la antigüedad que haya sido transmitido con tanta exactitud como el Antiguo Testamento. Los escribas trabajaban de manera tan meticulosa que prácticamente se eliminaban los errores. Los escribas desde el tiempo de Esdras, pasando por los Esenios y terminando con los masoretas de Tiberias, trabajaron por siglos hasta producir un texto oficial en los siglos VII a XI, llamado el Texto Masorético. El Códice Alepo, obra de Ben Asher, y el Códice de Leningrado (1008 dC), el códice completo más antiguo de la Biblia hebrea, son excelentes ejemplos del cuidadoso trabajo que hicieron los masoretas para preservar el texto hebreo. Durante 1000 años el texto masorético fue la fuente oficial para los traductores del Antiguo Testamento. En total se han encontrado 42,000 manuscritos del Antiguo Testamento.
El 1947, pastores beduinos descubrieron accidentalmente en unas cuevas cercanas al Mar muerto cientos de rollos escritos en hebreo, arameo y griego. Estos rollos fueron elaborados entre el año 250 aC y el 70 dC y fueron conservados por los esenios, un grupo de judíos que se retiraron al desierto con el propósito de estudiar la ley y preparar la venida del Señor. Trescientos de esos rollos contenían copias de todos los libros del Antiguo Testamento, excepto Ester. Lo asombroso es que validaron la exactitud de los textos Masoréticos, elaborados 1000 años después, dándonos completa seguridad de que la Biblia que tenemos en nuestras manos es enteramente confiable.
La Biblia Hebraica Stuttgartensia, basada principalmente en el Códice de Leningrado, publicada a partir de 1968, es la base actual para las traducciones del Antiguo Testamento.
Nuevo Testamento
No tenemos ninguna de las obras originales de Pablo, Mateo o Juan, que fueron escritas en la segunda mitad del siglo I. Lo que tenemos son manuscritos, copias hechas a mano en papiro o en piel. En muchos casos se trata solo de fragmentos que contienen algunas frases o algunos capítulos. En otros casos son libros completos y en pocos casos contienen la mayor parte del Nuevo Testamento. El manuscrito más antiguo data del año 130 dC.
Hasta la fecha se han descubierto casi 6000 manuscritos en griego y más de 18,000 manuscritos en otros idiomas. En comparación, de obras contemporáneas como la Historia Natural, de Plinio el viejo (23-79 dC), que es una obra enciclopédica que trata de astronomía, geografía, zoología, botánica, etc., se conservan solo 200 manuscritos y de los Anales de Tácito (56-120 dc), un orador romano que narra la historia de los cuatro emperadores que sucedieron a César Augusto, tenemos solo 31 manuscritos.
Los manuscritos son importantes porque nos permiten verificar la exactitud del texto. Aunque hay diferencias entre los manuscritos, se ha encontrado que estas son intrascendentes en su mayoría pues se trata de la omisión o translocación de letras, errores de gramática, palabras similares y cambio de posición de palabras. Varios autores señalan que solo se cuestiona el 1% del texto del Nuevo Testamento, pero que ninguna de esas partes cuestionables afecta las doctrinas esenciales del cristianismo.
Además de los manuscritos bíblicos, contamos con los escritos de los llamados Padres de la iglesia, los obispos y líderes de los primeros tres siglos, ellos citan tanto las Escrituras del Nuevo Testamento en sus obras, que prácticamente se podría reconstruir todo el Nuevo Testamento a partir de sus citas.
Los manuscritos
Los manuscritos pueden dividirse en dos familias:
Textus Receptus – La mayoría de las traducciones antiguas del Nuevo Testamento están basadas en lo que se conoce como el Texto Bizantino procedente de Antioquía, cuyos manuscritos fueron después la base del que ahora se conoce como el Texto Recibido. El Texto Bizantino fue usado en la traducción de la Peshita siriaca, en el año 150 dC, en la Vulgata Latina Antigua, del año 157 dC. El Texto Bizantino es el que usaron la mayoría de los padres de la iglesia en sus escritos. Erasmo de Roterdam publicó el Nuevo Testamento Griego en 1516 basándose en 6 o 7 manuscritos griegos de la familia bizantina. Esta obra le dio impulso a la Reforma y cambió la historia de la iglesia. Le siguieron varias ediciones hasta el texto producido por los hermanos Elzevir en 1641. En conjunto, estas ediciones se conocen como el Texto Recibido y fueron la fuente principal usada en todas las traducciones del tiempo de la Reforma, incluyendo la de Reina Valera.
Texto Crítico – Tanto Westcott y Hort (1881 dC) como Nestle-Aland (1898-2012 dC), produjeron textos griegos del Nuevo Testamento basándose principalmente en el texto Alejandrino de los Códices Sinaítico y Vaticano, considerando que tienen mayor autoridad por ser más antiguos. Estos códices se originaron en Alejandría, Egipto, y contienen muchas diferencias con el Texto Bizantino. Pero, igualmente, hay muchas diferencias entre el Códice Vaticano y el Códice Sinaítico. De acuerdo con Herman C. Hoskier, hay 3036 diferencias en los evangelios. La traducción Reina Valera Actualizada, la Biblia de las Américas, la Nueva Versión Internacional y la Nueva Traducción Viviente, toman como base el Nuevo Testamento Griego de Nestle-Aland.
Códice Vaticano (325-350 dC) – Contiene casi toda la Biblia. Se encuentra en la Biblioteca del Vaticano, en Roma, desde 1475 dC.
Códice Sinaítico (350 dC) – Fue descubierto en 1844 dC, por el erudito bíblico Constantin von Tischendorf en el monasterio de Santa Catalina, ubicado a los pies del monte Sinaí. Contiene casi todo el Nuevo Testamento y más de la mitad del Antiguo Testamento. Se encuentra en la Biblioteca Británica.
Códice Alejandrino (400 dC) – Contiene casi toda la Biblia. Se encuentra en la Biblioteca Británica de Londres.
Métodos de traducción
Hay dos métodos de traducción bíblica que se usan:
La traducción literal, conocida como traducción por equivalencia formal. Es la que se usa en la traducción de Reina Valera y sus revisiones posteriores.
La traducción idiomática, conocida como traducción por equivalencia dinámica o funcional. La idea es comunicar las ideas de manera fiel a la intensión original del autor, pensamiento por pensamiento. Con este método se logra un texto muy fluido, entendible y agradable, pero puede dar lugar a que el traductor introduzca su interpretación personal. Es usada en la traducción NVI y NTV.
Ejemplos de discrepancias notables
Aunque hay muchas deferencias entre en Texto Recibido y el Texto Crítico, solo mencionaremos algunas:
¿Era José el padre de Jesús?
Lc. 2:33 RV1960
33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él.
Lc. 2:33 NVI
33 El padre y la madre del niño se quedaron maravillados por lo que se decía de él.
La NVI, siguiendo el Texto Crítico, llama incorrectamente a José padre de Jesús.
El bautismo del eunuco etíope
Hch. 8:36-37 RV1960
36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Hch. 8:36-37 NVI
36 Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el eunuco: —Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?
37 --
La NVI, siguiendo el Texto Crítico, basado en los Códices Vaticano (325-350 dC) y Sinaítico (350 dC), omite el versículo 37. Sin embargo, Irineo (130-202 dC), obispo de Lyon, Francia, menciona este texto en su libro Contra las Herejías, Libro III, capítulo 12.8: “…inmediatamente pidiendo ser bautizado, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios”.
Aunque los Códices Vaticano y Sinaítico sean antiguos, Irineo, quien vivió 150 años antes tenía acceso a un texto bíblico que era más cercano a los originales y que sí incluía este versículo.
La cláusula Juanina
1 Jn. 5:7 RV1960
7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
1 Jn. 5:7 NVI
7 Tres son los que dan testimonio,
Esta cláusula ha generado muchas discusiones por tratarse de la doctrina de la Trinidad. Cipriano de Cartago (200-258 dC), escribió en su obra Acerca de la unidad de la iglesia, 6: “El Señor dice, Yo y el Padre uno somos; y otra vez está escrito del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, y estos tres son uno”.
Otra vez, podemos ver que Cipriano tuvo acceso a textos más antiguos que el Código Vaticano y el Sinaítico. La cita de Cipriano coincide con el Texto Recibido.
Respecto a esta cláusula, Juan Calvino dijo: “Sin embargo, el pasaje fluye mejor cuando se agrega esta cláusula, y como veo que se encuentra en la mayoría de las copias aprobadas, me inclino a recibirla como la lectura correcta”.
¿Quién se manifestó en carne?
1 T. 3:16 RV1960
16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne…
1 T. 3:16 NVI
16 No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe: Él se manifestó como hombre…
1 T. 3:16 NTV
16 Sin duda alguna, el gran misterio de nuestra fe es el siguiente: Cristo fue revelado en un cuerpo humano…
Este texto es importante porque tiene que ver con la deidad de Cristo. La NVI dice que fue “él”, mientras que la NTV dice que fue “Cristo”, quien se manifestó en carne, poniendo en tela de duda la deidad de Cristo.
El ayuno y la oración
Mt. 17:21 RV1960
21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
Mt. 17:21 NVI
21 --
En el pasaje paralelo de Marcos se lee:
Mr. 9:28-29 RV1960
28 Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?
29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
Mr. 9:28-29 NVI
28 Cuando Jesús entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?
29 —Esta clase de demonios sólo puede ser expulsada a fuerza de oración —respondió Jesús.
La declaración de Jesús acerca de la oración y el ayuno se corrobora en el evangelio de Marcos en la traducción de Reina Valera. La NVI omite totalmente la referencia al ayuno y la oración en Mateo, pero solo la omite parcialmente en Marcos.
Con omisión o sin omisión, no se puede negar la importancia de la oración y del ayuno en la vida del creyente, especialmente en aquellos que ministran a las personas poseídas por demonios.
¿Qué importancia tiene que se omita algún versículo de la Biblia?
Cuando el versículo en cuestión tiene que ver con alguna de las doctrinas básicas de la fe, su omisión puede tener efectos devastadores.
Carlos Russel asistía a un estudio bíblico cuando leyó una traducción moderna de la Biblia en la que se omitía 1 Jn. 5:7 y entonces pensó, si los eruditos determinaron que este versículo debe omitirse, entonces mi creencia de que Jesús no es Dios debe ser cierta. Russel fue uno de los fundadores de los Testigos de Jehová, quienes les enseñan a millones en todo el planeta que Jesús no es Dios. A veces lo llaman Hijo de Dios, pero enseñan que Jesús era el arcángel Miguel. Russel enseñaba que Cristo “era la más alta creación de Jehová, y que también fue su primera creación… y que en el nombre de Jehová creó todas las cosas…”
La omisión de algunos versículos clave por parte de los escribas de la antigüedad o por los traductores del presente, pueden tener el efecto de debilitar algunas doctrinas fundamentales, generando dudas sobre la autenticidad y la autoridad del la Biblia en general.
El problema fue que Russel no revisó la Biblia en su totalidad. Si lo hubiera hecho habría encontrado múltiples versículos que afirman la deidad de Cristo. La Biblia es un libro sin par que se explica por sí mismo y tiene una consistencia tan firme que la omisión de un versículo no cambia una doctrina que esté fundada en el contexto total de la Escritura.
Acerca de la deidad de Cristo podemos citar de la misma NVI:
1 Jn. 5:20 NVI
20 También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna.
Tit. 2:13 NVI
13 mientras aguardamos la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
Como hemos dicho antes, las diferencias entre los diferentes textos griegos del Nuevo Testamento tienen que ver con menos del 1% del texto y en su mayoría son irrelevantes. De hecho, se puede decir que las diferencias no alteran ninguna de las doctrinas fundamentales del cristianismo.
Conclusiones
El Texto Recibido que Dios preservó y llegó hasta los reformadores es una fuente confiable para la traducción de la Biblia.
El texto Crítico, es un esfuerzo loable de muchos eruditos que hay buscado obtener el texto más cercano posible a los autores originales. Ellos han considerado que los Códices más antiguos son los más confiables (Vaticano y Sinaítico). Sin embargo, hemos encontrado que los Escritos de los padres de la Iglesia coinciden más con el Texto Recibido que con el Texto Crítico.
La traducción de Reina Valera ha sido la Biblia del pueblo protestante de lengua castellana durante casi cinco siglos. Aunque algunos la critican por usar un lenguaje arcaico, sigue siendo la Traducción de mayor aceptación.
Las traducciones modernas han tomado el Texto Critico como base y han omitido varios versículos o palabras. Están omisiones pueden causar dudas y confusión, sobre todo en quienes no conocen las Escrituras a fondo. Sin embargo, ninguna de esas omisiones altera las doctrinas básicas de la fe cristiana cuando se considera el contexto de las Escrituras. Las traducciones modernas tienen la ventaja de usar un lenguaje accesible al lector actual.
Nuestra recomendación para los lectores de habla hispana es usar la traducción de Reina Valera como base y usar las traducciones modernas como auxiliares en el estudio bíblico.
Commenti