Esta es una pregunta frecuente y difícil de contestar. Los estudiosos de la Biblia han tomado diversas posturas al respecto:
En la antigüedad:
Justino Mártir (100-165 dC), dijo que: “Los hijos de Dios eran ángeles que cohabitaron con las hijas de los hombres para producir gigantes que se convirtieron en espíritus malos.” (1)
Agustín de Hipona (354-430 dC), dijo que “…que no eran ángeles… como suponen algunos, pues la Escritura declara sin ambigüedad que eran hombres…” (2).
En tiempos modernos:
Clarence Larkin (1850-1924 dC), dijo que “los hijos de Dios eran ángeles que tomaron cuerpo humano y, como hombres, se casaron con las hijas de los hombres.” (3).
Witness Lee (1905-1997 dC), el sucesor de Watchman Nee, dijo que los hijos de Dios eran los ángeles caídos que se unieron a Satanás en su rebelión contra Dios.(4).
Gleason L. Archer (1916-2004 dC), dice que “…los “hijos de Dios” eran los descendientes de la línea piadosa de Seth.” (5)
Entonces, ¿eran ángeles o eran hombres los “hijos de Dios”?
Génesis 6:2 dice: “que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.”
En hebreo la frase “hijos de Dios” es ben Elohim. Esta frase se usa en el Antiguo Testamento tanto para los ángeles como para los hombres. Cinco veces se usa acerca de los ángeles (Gén. 6:2,4; Job 1:6; 2:1; 38:7). Por ejemplo:
Job 1:6
Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
Noten que Satanás no es llamado “hijo de Dios”. Ni Satanás ni los demonios son llamados nunca hijos de Dios.
Pero esta expresión también se usa para referirse a hombres:
Deuteronomio 14:1 dice: “Hijos sois de Jehová vuestro Dios [en hebreo Ben YHWH Elohim]…”
El Salmo 73:1,15 habla de los hijos [ben] de Dios [Elohim].
Oseas 1:10 dice: “Sois hijos del Dios viviente [Ben jay El Olam]”.
El Salmo 82:6 habla de: “…hijos del Altísimo [ben Elyon]”.
Obviamente esta expresión en el Antiguo Testamento no tiene el mismo significado que se le da en el Nuevo Testamento, pero claramente Ben Elohim implica una relación especial con Dios.
Es interesante también notar la traducción de la palabra Elohim en referencia a Abraham en Génesis 23:6. Reina Valera traduce: “…eres un príncipe de Dios entre nosotros…”.
La frase en hebreo Nasi Elohim se traduce en LBLA y NVI como “príncipe poderoso”. La NTV la traduce como “príncipe de honor”.
En Éxodo 21:6 la palabra Elohim se traduce como jueces.
Si se hubiera usado el mismo criterio en Génesis 6:2, leeríamos hijos poderosos o hijos de honor o jueces, pero no ángeles. Estaríamos hablando de hombres poderosos que eran líderes de renombre, así como sus hijos fueron valientes y varones de renombre.
Ahora bien, para concluir que los “hijos de Dios” eran hombres no necesitamos ir muy lejos. El siguiente versículo lo declara sin dejar lugar a dudas:
Gén 6:3
3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
Inmediatamente después de mencionar en el versículo 2 a los “hijos de Dios”, el Señor se refiere a ellos diciendo: “No contenderá… con el hombre”, y agrega: “ciertamente él es carne”. Además, establece que a partir de entonces su edad será de 120 años. Como los ángeles no son carne, sino que son espíritu, y no mueren, sino que son eternos, debemos concluir que los “hijos de Dios” son hombres.
Pero ¿Qué de los gigantes? Pues algunos dicen que los gigantes fueron resultado de la unión de ángeles con las hijas de los hombres. Para resolver esta cuestión solo necesitamos leer con cuidado la Escritura:
Gén. 6:4
Había gigantes [nefilim] en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
Antes de que los “hijos de Dios” se llegaran a las hijas de los hombres ya había gigantes y después de que los “hijos de Dios” se llegaron a las hijas de los hombres ¡también hubo gigantes! La existencia de gigantes no requiere la intervención de ángeles.
La única otra referencia a los nefilim en la Biblia se encuentra en Números, cuando los doce espías fueron a reconocer la tierra.
Núm. 13:33
También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.
Los espías vieron gigantes (nefilim) hijos de Anac. Ellos no eran hijos de ángeles sino de hombres. Su padre se llamaba Anac y su abuelo Arba (Josué 15:13).
La Biblia menciona a otros gigantes como Goliat (1 S. 17:4), que medía casi 3 metros, y Og, rey de Bazán (Dt. 3:11).
Fuera de la Biblia también podemos encontrar muchas referencias acerca de gigantes:
En la antigüedad:
Plinio el viejo, dijo que “el hombre más alto que se ha visto en nuestros días se llamaba Gabara, quien, en los días de Claudio, el emperador, fue traído de Arabia. Media 2.89 m”. (6)
Josefo, menciona a un judío, llamado Eleazar, a quien Vitelio envió a Roma, que media siete codos, o 3.09 m. (7).
En tiempos modernos:
John Middleton (1568-1623), de Liverpool, Inglaterra, quien vivió durante el reinado del rey Jaime I, medía más de 2.74 m. (8).
Robert Wadlow (1918-1940), de Alton, Illinois, quien medía 2.72 m., fue el hombre más alto de la historia reciente. (9).
Sun Mingming, jugador profesional de basquetbol y actor, mide 2.36 m. Jugó con el equipo Fuerza Regia, de Monterrey. (10)
Así que, ha habido personas de estatura extraordinaria en toda la historia de la humanidad. En la mayoría de los casos, los padres de estos “gigantes” eran personas de estatura normal.
Podemos concluir que los gigantes de Génesis 6:4 eran hijos de hombres y no de ángeles.
¿Quiénes eran entonces los “hijos de Dios”?
Podemos decir que los “hijos de Dios” eran hombres poderosos, líderes de renombre, que probablemente eran descendientes de Set.
Hay dos líneas descendientes de Adán. La línea de Caín, quién escogió el camino del pecado. Y la línea de Set, quien invocó el nombre de Jehová (Gén. 4:26). Los “hijos de Dios” eran los que siguieron el ejemplo de Set. Cuando los hijos de Set se casaron con las hijas de Caín, perdieron su herencia piadosa, de manera que la maldad se multiplicó en la tierra y por ello vino el juicio de Dios.
Una palabra final acerca de los ángeles. Algunos piensan que los ángeles que mencionan Pedro (2 P. 2:4) y Judas (1:6), son los “hijos de Dios” de Génesis 6. Suponen que el pecado de esos ángeles fue que tuvieron relaciones sexuales con las hijas de los hombres y tuvieron hijos.
En primer lugar, los ángeles no tienen cuerpo. Son espíritus (Heb. 1:7,14). No necesitan casarse, ni reproducirse (Mt. 22:30). No tienen hijos.
En segundo lugar, los “hijos de Dios” no pueden ser los ángeles que se rebelaron contra Dios junto con Satanás. Los ángeles rebeldes nunca son llamados “hijos de Dios”.
En tercer lugar, los “hijos de Dios” no pueden ser los ángeles que no se rebelaron puesto que ellos existen por la eternidad para hacer la voluntad de Dios (Sal. 103:20).
La respuesta más sencilla la vimos en Génesis 6:3. “Los hijos de Dios” eran hombres, eran de carne y su tiempo de vida se reduciría a 120 años. Si Dios dijo que eran hombres, no queda lugar para discusión.
Como siempre, la Biblia es la mejor intérprete de la Biblia.
(1) Segunda Apología, Capítulo V
(2) La ciudad de Dios. Capítulos 22 y 23
(3) The greatest book on dispensational truth in the world. P. 36.
(4) Notas sobre Génesis 6:2-4 de la Biblia Recobro
(5) Encyclopedia of Bible difficulties. P. 80.
(6) Historia Natural
(7) Las Antiguedades de los Judíos.
(8) Wikipedia.
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